jueves, 15 de febrero de 2007

Lo pasó para el cuarto

San José goleó a Florida y sacó pasaporte adelantado a las finales del Sur

Por Diego Sebastián Maga
Esta vez San José salió a jugar pero antes definió cómo, cuándo, por dónde y con quién. El modelo táctico y los intérpretes elegidos por el entrenador funcionaron a la perfección y entregaron una noche perfecta. San José pasó para el “cuarto” a Florida y lo eliminó anticipadamente aunque queden 90 minutos solo para cubrir un requisito reglamentario.

Lo único que inquietó de la producción blanca fue su incapacidad para traducir semejante superioridad futbolística en el marcador. En los primeros 45’, San José presentó una completa colección de aciertos individuales y –especialmente- colectivos. Como pocas veces, la oncena se expresó como un “equipo”. En esta ocasión, su fútbol no se limitó a lances fragmentarios e inconexos. La actitud de San José evolucionó desde un todo y no desde la arremetida desesperada e inútil de algunos pocos. El modelo y los intérpretes seleccionados por Julio Rodríguez funcionaron a la perfección. El entrenador, planeó un medio campo “utilitario” que marcara y recuperara sin perder noción de tiempo ni de espacios y –sobre todo- que no excluyera el talento. Los nombres que puso anoche tuvieron un denominador común: la polifuncionalidad. Aptos tanto para contener como para atacar. Exprimiendo al mango el ancho de la cancha, aceleró por derecha e izquierda pero sin perder control sobre el balón. Las descargas en los metros finales tuvieron esa exactitud tan ausente en anteriores partidos. Pino y Lioret más dedicados a desarticular las sociedades creativas de Florida y Díaz y Suárez en su puesto “ideal” y con rendimiento idéntico) con más tendencia ofensiva. Aquí, en la línea media, la blanca encendió la mecha para que Martínez (cada vez más conectado) y Verdino explotaran en los últimos 30 metros y acalambraran en cada pique. El método blanco fue de acción gradual: primero lo anestesió en 50 metros y después le dio pa´ que tenga en los otros 50. El primer tanto vino por una fórmula vieja pero que rinde como nueva: desborde de Verdino, centro y cabezazo temible de Martínez (aún no se había superado la línea de los 20’). A continuación, la selección, lejos de calmar su ambición, salió por más pero no hizo otra cosa que coleccionar definiciones fallidas (una de ellas de Verdino que pegó en el travesaño) y dar vida a un Florida malherido (con el “histórico” Pablo Fernández metiendo pases maestros). Tantas “balas picaron cerca” que los floridenses, en los primeros 20’ del segundo acto, pudieron descomprimir el asedio y ganar pelota y metros. Es más, con disparos de larga distancia cambiaron el peligro de lado. Pero aquí las amenazas terminaron siendo anuladas por un Fernando Emanuelle de actuación sobresaliente. Claro, por delante suyo tuvo el aguante de Chalela (jugando así ¿quién lo va a sacar?), que no solo fue insuperable al defender sino que también al atacar. Él fue quien anotó un segundo gol (a 15 del final) que deshizo cualquier duda. Pero el tiroteo siguió: con Florida arrastrándose, San José engordó el tanteador hasta 4 (con conversiones de Suárez ante el impresentable descalabro defensivo de los floridenses). Al final, una goleada calificada y de clasificación. Un 4 a 0 que le da el pasaporte anticipado a las finales del Sur y, si se quiere, una venganza por la eliminación sufrida en el 2006. San José jugó con un grande, por algo grande y su rendimiento tuvo el tamaño que exige tal cosa. Así debe ser. Siempre.