lunes, 2 de abril de 2007

El país dado vuelta

San José campeón Nacional: empató con Paysandú y se sirvió una copa de más

Después de 7 años, San José blanqueó la noche y dejó al país dado vuelta. Superó su crisis de identidad y entendió que para ganar lo mejor hay que jugar como “el mejor”. Al borde de la eliminación, la selección cambió para que todo cambie y experimentó un salto evolutivo que terminó en exuberancia (física y futbolística), para convertirse en invencible y servirse una copa de más.

Por Diego Sebastián Maga
Seguramente nadie va a recordar lo ocurrido el 1º de abril por lo que sucedió en el propio partido porque en verdad, en los 90 minutos, no hay nada que recordar. Más bien, lo que anoche sacó “entrada vip” en la memoria del hincha es lo que pasó tras el pitazo final del árbitro. Una imagen que valdrá más que mil palabras. Una historia que quedará en la historia. Un equipo que para ser el mejor entregó lo mejor justo cuando se declaraba el estado de alerta. Al filo de la eliminación, San José no temió pasar por la sala de operaciones e intervenirse de urgencia; meter bisturí a fondo en nombres, estrategia y actitud para salir de un estado extremadamente delicado. Cambió para que todo cambiara. Y sobrevivió. Pasó de lo desastroso a lo aceptable y de lo aceptable a lo exuberante: del filo de la eliminación al filo de la definición y de la definición a ser campeón. Un equipo dos en uno que pasó de lo peor a lo mejor y explica su presente en el salto evolutivo que se decidió a dar.
La narración de la primera mitad será más bien reducida y aún así será más amplia que la de la segunda. En los 45’ iniciales ocurrió bien poco y en el segundo tiempo poco y nada; por tanto, el 0 a 0 se adapta perfectamente a las inversiones futbolísticas de los dos que, lejos de volverse cada vez más excesivas, se debilitaron progresivamente y se quedaron empantanadas en la insuficiencia. Cabe comentar que en el primero de los capítulos tanto San José como Paysandú estuvieron tan obsesionados con extremar las precauciones defensivas que arriesgaron bien poquito y en consecuencia –esta ausencia de apuestas arriesgadas- vació de profundidad sus avances y de opciones de gol al juego (bastante mediocre). Sin riesgo no hay acción, y esto los condicionó demasiado. Claro, en esta línea, la que hizo el “negoción” (por haber ganado una semana atrás 3 a 2) fue la selección blanca que, más allá que no provocó desastres en la resistencia del oponente, tampoco los sufrió en la propia.
Sin embargo, dentro de este ambiente de “no agresión”, el equipo sanducero terminó siendo el más inquietante (al menos en los 30’ primarios). Allí recopiló los dos intentos más temibles del arranque: Puerari a los 10’ se “morfó” un mano a mano con el que supongo va a tener pesadillas (no habría otra tan clara como esa). Veinte minutillos después, nuevamente Paysandú llevó a San José a una situación límite. Tras estas salvadas, la energía sanducera entró –igual que en el encuentro de ida- en un paulatino agotamiento. Si bien, jamás perdió el orden táctico (reduciendo espacios e interrumpiendo los circuitos de fútbol más temibles) esa máxima concentración no fue directamente proporcional al atrevimiento ofensivo. Le faltó pilas, le faltó carga y sin esa potencia arriba el plan diseñado para la final decisiva quedó incompleto. Siempre. Simultáneamente, San José reaccionó y pudo marcar en una corrida electrizante de Verdino (un rayo), que pasó de 0 a 100 y de 100 a 0, puso el freno, y metió un centro con precisión quirúrgica para que la definición de Martínez se abortara en la línea.
De allí en más, el “sanjo” esperó sin fisuras a la impotencia rival con un Nicolás Chalela que, desde el vamos, se los comió crudos y luego se dedicó a hacer la digestión. Mientras masticó los avances fragmentarios de Paysandú, Del Río puso peaje por izquierda y no pasó nadie más (al menos con pelota dominada) y Emanuelle pinchó cuanta pelota vía aérea sobrevoló su arco. Si bien el filtro medio (preferentemente a espaldas de Jara) tuvo desajustes notorios, la evolución del “once” sanducero no hizo demasiado por agravar las cosas y arruinarle la noche. En el complemento, el seleccionado blanco ganó algunos metros y amenazó con algunos piques, o -más que piques- estallidos en velocidad de Verdino que produjeron algunos descalabros corregidos al borde del disparo a la red. En los descuentos, Martín Rodríguez dejó el grito atragantado a más de 3 mil personas aunque la locura Nacional ya estaba declarada.
Poco más tarde se blanqueó la noche y San José dejó al país dado vuelta. Protagonizando una escena con destino de recuerdo imborrable. Y con actores estelares: en el elenco ya citado vale subrayar –especialmente- a Martínez (goleador del torneo que experimentó su más inspirada aventura con la camiseta blanca) y Verdino (candidato número uno a la nominación de “mejor futbolista del interior”) Todos ellos, entre la ovación, el flash de las fotos, la cohetería, el revoleo de banderas, el grito ronco, el salto enloquecido, el puño apretado en lo alto y un “old hit” que volvió a sonar afinado y desafinado (eso que importa): “¡y ya lo ve, y ya lo ve, somos campeones otra vez!” Banda sonora del anochecer de un día agitado (que no pararía hasta la madrugada) en que la copa volvió a quedar servida.

domingo, 1 de abril de 2007

Habrá tercera final en juveniles

Los pibes maragatos dejaron el invicto en Salto ante un rival que los pasó por arriba y los goleó.

Los pibes maragatos perdieron el invicto en el IV Campeonato Nacional de Selecciones ante Salto, equipo que los goleó cinco a uno y ahora deberán definir el próximo jueves 5 de abril en el Luis Koster de Mercedes el evento ante los salteños.
Los dirigidos por William David Gasso tuvieron una noche fatal con producciones individuales magras y sin encontrar el juego de equipo que los condujo a la final del certamen.
A los 16 minutos de juego Marcelo Menoni abrió el marcador para los locales de ahí en más los maragatos se descontrolaron por completo y tomaron un tanto más antes de finalizar los primeros 45 minutos de juego, gol que llegó por intermedio de Martín Palacios.
En el segundo período hubo un solo equipo en la cancha y fue Salto, San José no encontró la forma de vulnerar el arco defendido por Musse y se expuso demasiado en defensa, a tal punto que los locales podrían haber ganado por más goles de no mediar una extraordinaria actuación del arquero Nicolás Moreno.
El próximo jueves en el Luis Koster de Mercedes se volverán a ver las caras y será la definitiva.

Detalles:
Estadio: Ernesto Dikinson de Salto
Árbitros de Melo: Juan Bentancor, Wilson Silva y Niver Arce, Cuarto Arbitro Orosmán Luna
Veedor Sr. Juan Suárez Oviedo

SALTO 5
Michel Musse
Gregorio Ustra
Félix Machado
Mathías Flores
Carlos Biker (Expulsado)
Germán Costa
Juan Pereira (Expulsado)
Diego Folliatti
Marcelo Menoni
Ángelo Sagradini (Nicolás Cabrera)
Martín Palacios (José Cabrera)
DT: Wilson “Tortuga” Cardozo

SAN JOSÉ 1
Nicolás Moreno
Germán Santesteban
Pedro Adán
Bruno Sellanes
Luis Pastorín (Emiliano Sarazola)
Nicolás Morán (Expulsado)
Mauricio Espinosa (Diego Scott)
Federico Bauzá
Enzo Colla (Martín Hornes)
Gastón Pacheco
Matías Pérez
DT: William David Gaso

Goles: Marcelo Menoni a los 16 y Martín Palacios a los 42, Ángelo Sagradini a los 71 y Diego Foliiatti a los 88, José Cabrera a los 92 de penal para Salto; Diego Scott a los 85 para San José

lunes, 26 de marzo de 2007

San José pegó otro Salto de calidad

Partidazo: la blanca ganó por 4 a 2 en un encuentro tan intenso como exigente

Si nos limitamos a describir los contenidos del juego no cabe otro calificativo que “exuberante”. Por la intensidad, los vaivenes emotivos, la ambición de los dos y los seis goles, vale sospechar que anoche asistimos al mejor partido del Nacional.


Por Diego Sebastián Maga
Después de pasar por el Estadio difícilmente alguien dude de que estos equipos son los mejores del Nacional y de por qué clasificaron a las finales. En ese intercambio de ataques filosos -que sostuvieron por espacio ¡de 90 minutos!- entregaron pruebas contundentes que explican su actualidad. Basta con decir que en 5 minutos Salto acumuló 3 opciones y San José una y que en 30’ la selección blanca revirtió los números con 5 llegadas a fondo sobre 4, para describir el grado de intensidad que presentó el juego. Empatados, en ventaja o desventaja, ni uno ni otro estuvo muy dispuesto a disminuir sus revoluciones por minuto y en esa línea siempre estuvieron oscilando entre los bordes: a punto de arrollar o de ser arrollados, de acelerar y seguir de largo o de derrapar y quedar fuera de carrera.
Justo cuando San José pudo anular las salidas furiosas de contra de Salto para convertirse en superior es que llegó el gol salteño (iban 35’). Aquí tal vez se haya producido el lapso de mayor incertidumbre blanca: el efecto del 0 a 1 anestesió peligrosamente a San José que para la segunda mitad recuperó su capacidad de reacción. Los cambios practicados por el entrenador reinventaron el fútbol de media cancha y lo dotaron de esa transición rápida y potente (tan clásica en el torneo) para poner a Salto contra las cuerdas. Dos cabezazos en el área terminaron en la igualdad de Enzo Cola (uno de los muchachos que entraron desde el banco) a los 49’. Con la reformulación de sus códigos futbolísticos, dos hombres de más (las expulsiones sufridas por Salto le exigieron replegarse y resignarse a jugar con un modesto 4 – 3 – 1) y una ambición en ascenso, los pibes blancos se volvieron arrasadores (abriendo la cancha) y poniendo en acción la caja de velocidades: a los 65’ llegó el 2 a 1 de Pacheco. ¿Todo liquidado? No, ni cerca. Moreno tapó una gran pelota que pudo ser el 2 a 2 poco después, Pérez reventó un disparó en el palo que pudo ser el 3 a 1 y Ruiz por agresión dejó a San José con 10 jugadores. Como ven, por la vibración, la fricción y el talento que invertían segundo a segundo, podía pasar cualquier cosa y quien bajara la guardia un rato se iba a llevar algún bife más. Así fue como a los 75’ San José se distrajo y ¡pum! vino el 2 a 2 para sorprender nuevamente tras un error de Bauza. ¿Todo definido? No, nada. Aún habría más noticias para este boletín. Es que con el piberío tan lanzados, 15’ eran más que suficientes para dar unos cuantos giros más al marcador y dejar al partido patas arriba. A los 80’ Hornes se devoró el 3 a 2 abajo del arco y ahí pareció esfumarse el último intento pero a los 89’ Cola les devolvió el alma al cuerpo a los hinchas. Al ratito, Sagradini casi infarta a más de mil personas al perderse el 3 a 3 y a los 90’ Martín Hornes (otra de las variantes de Gasso) se tomó venganza, marcó el 4 a 2 y declaró el estado de delirio en las tribunas y en el campo con el cuerpo técnico y los suplentes invadiendo el césped entre abrazos y gritos eufóricos. Una euforia que los habilita a soñar que lo mejor aún que está por venir.

sábado, 24 de marzo de 2007

San José a un paso de quedarse con el Campeonato Nacional de Selecciones

San José se quedó con la primera final del IV Campeonato Nacional de Selecciones luego de vencer a Paysandú por tres goles a dos como visitante en el Estadio Artigas de la capital sanducera.

Los maragatos a los cuatro minutos ya estaban en ganancia cuando Alejandro Lioret madrugó a la defensa local y definió en forma espectacular venciendo al arquero Rodrigo Torrez.
De ahí en más Paysandú se fue en busca del empate, dominó el trámite del encuentro, se adueñó del balón ante un impreciso San José que no supo como salir del asedio de los locales.
Si la igualdad no llegó antes para los dirigidos por Alberto Arias fue debido a la excelente actuación del arquero Fernando Emanuelle. Pero a los 38 minutos Nicolás Chalela cometió un penal innecesario ante el muy bueno de Gastón Puerari que un minuto más tarde Jonhy Melgarejo trasformó en gol empatando el encuentro.
De esta forma culminaron los primeros 45 minutos, Paysandú atacando, dominando el trámite y San José sin poder desplegar su juego y defendiéndose como podía evitando la caída del arco del Emanuelle.
En el amanecer del complemento San José contó con dos posibilidades de gol que malogró y cuando trascurrían cinco minutos de juego Cristian González marcó el segundo para los locales en un error garrafal de los defensas maragatos.
San José adelantó las líneas y quedó más expuesto en defensa pero los delanteros fueron mal habilitados por los volantes que tuvieron un magro partido. Por su parte Paysandú bajó las revoluciones y no fue tan incisivo sobre el arco defendido por Fernando Emanuelle a pesar de que contó con más espacios.
Los maragatos poco a poco se fueron quedando con el dominio de la pelota, Paysandú decayó en su fútbol, se empezó a quedar sin piernas y a los 75 minutos llegó el empate para los josefinos por intermedio del goleador del certamen Fabricio Martínez.
Desde el gol convertido por Martínez hasta el final San José dominó el partido a su antojo y pasó por arriba a los sanduceros, que se quedaron sin piernas y cuando espiraba el tiempo reglamentario Fabián Verdino marcó el tercero para los maragatos que lo dejan a un paso de la cuarta coronación como los mejores del interior.

Estadio Artigas de Paysandú
Terna de Rocha Héctor Ortiz, Juan Hansen y Pablo Pérez
Cuarto Arbitro: Miguel Alegre
Público: 1.800 personas

PAYSANDÚ 2
Rodrigo Torrez
Alejandro Romero
Nicolás Barreto
Mateo Bentos
Darío Calabuig
Hugo Odriozola, (Julio Merentiel), (Mauricio Romero)
Franco Puerari
Denis Sánchez (Adolfo Cubilla)
Jonhy Melgarejo
Gastón Puerari
Cristian González
DT: Alberto Arias

SAN JOSÉ 3
Fernando Emanuelle
Aldo Eddi Fernández
Nicolás Chalela
Marcelo González
Andrés Del Río
Carlos Alfredo Lecchini (Leonardo Moreira)
Rodrigo Pino
Martín Díaz (Gerónimo Suárez)
Alejandro Daniel Lioret
Fabricio Denis Martínez (Martín Rodríguez)
José Fabián Verdino
DT: Julio Rodríguez

Goles: Alejandro Lioret a los 4 y Fabricio Martínez a los 75 y Fabián Verdino a los 92 minutos para San José; Jonhy Melgarejo a los 39 minutos de penal y Cristian González a los 50 para Paysandú.

lunes, 19 de marzo de 2007

El viaje final

San José volvió a ganarle a Rocha, 2 a 1, y es finalista del Torneo Nacional

El juego en sí (en caso de que así se pueda calificar) no admite demasiadas lecturas. Sucede que la colección de fricciones, discusiones, brutalidades, indecisiones, actos fallidos, impotencias, golpes (a la rodilla, no a la pelota), insuficiencias y gritos dejaron al partido hecho un mamarracho.

Por Diego Sebastián Maga
Ahora bien, los contenidos del segundo cruce entre San José y Rocha tomaron ese perfil deforme, insuficiente e improductivo especialmente por voluntad de los celestes. Es que las urgencias pasaban directamente por Rocha y éstas terminaron consumiéndolo por completo. El equipo celeste confundió velocidad con apuro y deshizo todo plan más o menos coherente de ganar metros en el campo. En consecuencia, el entrevero vació de fútbol cada uno de sus movimientos que rara vez ocurrieron en horizontal.
Los rochenses nunca consiguieron una profundidad tal como para abrir la defensa blanca que esperó sin fisuras y absorbió los intentos livianos y fragmentarios de su oponente. Consecuencia: el primer tiempo no hizo otra cosa que aburrir. Un bodrio producto de dos equipos que no se pusieron en aprietos: uno (Rocha) porque literalmente no pudo ni supo como hacerlo y el otro (San José) porque no quiso y se dedicó a especular con la ventaja que trajo en sus valijas del encuentro de ida. Y en definitiva, esta distancia mayúscula condicionó de principio a fin las acciones de los dos. A la selección blanca le entregó una calma tal que le sirvió para no perder la calma aunque no le fue útil para ser ambicioso (en la primera mitad solo cabe rescatar un cabezazo de González). Más bien que lo contuvo en exceso y le quitó poder ofensivo. San José salió a sostener el partido en 50 metros y a jugar con el margen de error ajeno. En esta línea de necesidades, Rocha se vio enredado en extremo y en posesión del balón solo expresó torpezas pese a que, generalmente, no quedó desprotegido. Claro, cada vez que quería progresar en malón y con ojos cerrados dejó siempre la sensación de que cuando San José manipulara con exactitud la contra vendría el desastre defensivo.
Para el segundo tiempo, los códigos futbolísticos se volcaron por la destrucción más que por el armado. Lo que vino de allí en más fue una colección de fricciones, discusiones, brutalidades (la “punta y hacha” echó a patadas al “jogo bonito”), indecisiones (el árbitro hizo un uso exagerado de las amarillas y no sacó a la cancha una herramienta que suele ser de utilidad para frenar los excesos de violencia: la “tarjeta roja”), actos fallidos, impotencias, golpes (a la rodilla, no a la pelota), insuficiencias y gritos que dejaron al partido hecho un mamarracho. Sin embargo, una “avivada” de San José (con Rocha durmiendo la siesta) puso -en una jugada de pelota quieta- en carrera a Martínez para que despatarrara al arquero y marcara el 1 a 0 a los 59’. Un minuto más tarde, vino el golazo de Rocha en los pies de Pereyra (un disparo formidable que tomó con la guardia baja a Emanuelle). Y justamente en esos dos minutos, quizás pueda resumirse lo más soportable de la noche.
A 7’ de llegar a los 90’ llegó González que ahora sí no se quedó en amenazas y dejó las cosas 2 a 1 (5 a 1 en el global).
Lo de anoche se pareció más a un trámite en una oficina estatal de esos que uno hace solo por obligación... sin demasiadas ganas. Estás haciendo la cola y deseás que el tiempo pase rápido, llegar a ventanilla, que te atiendan, te pongan el sellito e irte porque no aguantás más. Así pasó. San José tiene el pasaporte sellado para su viaje final. Rumbo al destino más querido.
Ayer apenas dejó pasar los minutos mientras uno por uno los jugadores de Rocha se hundían en su incapacidad sin que nadie -como sabiamente lo advirtiera el filósofo maragato Pato Esteche- les gritara: “¡rescatate, loco!”

domingo, 18 de marzo de 2007

A Pesar de Jugar con un Hombre de Menos Fray Bentos

Una derrota digna sufrió Fray Bentos que se retiró con la cabeza alta del Estadio Artigas sanducero, pese a perder por penales la clasificación a las finales del Torneo de OFI.
En cuanto a los 90 reglamentarios, Fray Bentos estuvo bien parado en el terreno y ya al minuto un gran remate de Ruben Pérez exigió al meta local. Buen trabajo de Torreira y la selección albiceleste buscaba como recurso el remate de media distancia y pese a que llevaba la diferencia de un gol por el resultado de una semana atrás, nunca se atrincheró en el fondo y por el contrario salió a buscar el resultado.
Paysandú no se encontraba con su mejor fútbol, algún intento del talentoso Melgarejo que reapareció y lo que realizaba ese buen jugador que es Manise.
En Fray Bentos Alejandro Castillo estaba muy aislado ya que prácticamente Zoppi era un volante más y entonces el albiceleste no tenía profundidad como para llegar a Torres.
A pocos minutos de concluir el primer tiempo, el árbitro floridense Castillo de pésimo trabajo y cuando había habido una mano evidente de Manise al borde del área de Fray Bentos, cobra al revés y le da tiro libre para Paysandú.
El remate de Cristian González se transforma en un verdadero golazo, colgando el balón en el ángulo de Ortellado que nada pudo hacer.
Paysandú sin merecerlo se ponía ganancioso 1-0 y así se fueron al descanso.
Para el complemento Diego García realiza un cambio táctico importante ya que Zoppi juega más adelantado acompañando a Castillo en ofensiva y Fray Bentos mejora notoriamente.
También mejora Pay- sandú porque suben sus laterales y el partido se hace de ida y vuelta. Con el ingreso de Darío Rodríguez en la visita, el técnico Diego García realiza cambios posicionales y Fray Bentos juega de igual a igual ante un rival sin alma y que no aprovechó la ocasión del adelantamiento de su rival para aumentar la ventaja.
El meta sanducero Torres evita el empate ante un remate de Alejandro Castillo y con el ingreso del berlinense Julio Rodríguez, Fray Bentos gana en movilidad ante un rival desarticulado.
Lo tuvo nuevamente Castillo e incluso hubo una mano muy polémica de un defensa sanducero dentro del área que el árbitro "no vio".
Se va expulsado Saúl Pérez en Fray Bentos, la albiceleste queda con 10 y allí tampoco aprovechó Paysandú la ocasión para buscar el segundo gol y la clasificación. Es más: Fray Bentos terminó entero y dominando el partido. Con este resultado fueron a los penales ya que en el Liebig's también la diferencia había sido de un gol.

Los Detalles


Se jugó en el Estadio Artigas de Paysandú. Cotejo revancha por una de las semifinales del Torneo de OFI. Jueces: Enrique Castillo (de pobre labor, favoreciendo a Paysandú), Carlos Villanueva y Carlos Fernández (terna de Florida). Público: 1.800

Paysandú 1
Rodrigo Torres
Nicolás Barreto
Richard Nikitchuk
Mateo Bentos
Darío Calabuig
Franco Puerari
Denis Sánchez
Cristian González
Yony Melgarejo
Federico Manise
Timoteo Acosta
DT: Alberto Arias
Alternaron: Cubilla por Acosta a los 75, Gilberto Agüero por Sánchez a los 80 y Julio Merentiel por Manise a los 86

Fray Bentos 0
Washington Ortellado
Sebastián Martínez
Oscar Ruiz
Saúl Pérez (expulsado 76)
Mario Balao
Hugo Casanova
Ruben Pérez
Ricardo Torreira
Emanuel Araújo
Alejandro Castillo
Marcos Zoppi.
DT: Diego García

Alternaron: 60 Darío Rodríguez por Casanova, 70 Julio Rodríguez por Torreira, 78 José Mora por Zoppi

Gol: a los 44 de tiro libre Cristian González para Paysandú.

La Definición por Penales
En los penales para Paysandú marcaron todos. Por su orden: Melgarejo, González, Me- rentiel, Agüero y el meta Torres. Para Fray Bentos anotaron: Oscar Ruiz, Ruben Pérez, Castillo y Julio Rodríguez. El último remate el de Mario Balao fue desviado

Salto aplastó a Young y es finalista

Salto goleó 3 a 0 a Young en el partido de vuelta de las semifinales del torneo nacional sub 18 y de esa manera se metió en la final.

En la primera parte el partido fue muy trabado en varios sectores del campo de juego, Salto no encontraba la pelota por momentos y eso se reflejaba en la poca claridad en el juego de ofensiva. Silvera fue el que intentó un par de veces abrir la cancha y desnivelar por derecha, en más de una oportunidad los defensas visitantes debieron apelar a la infracción para frenarlo.

En el medio se destacó desde el principio Juan Pereira, con mucha actitud fue de a poco dominando su sector y contagiando al resto del equipo con su juego.

Young por su parte intentó jugar en largo a las espaldas de los defensas naranjeros pero estos estuvieron muy atento. Quizás lo más importante para la visita fue un remate de media distancia de Furtado que controló bien el golero Musse. A los 42’ llegó la apertura del marcador para Salto por intermedio de Angelo Sagradini, el delantero definió muy bien en el primer palo luego de una muy buena habilitación de Palacios desde el sector derecho.